Con la llegada de la industria 4.0 la gestión de las fábricas y de los almacenes necesita estar alineada a la perfección. Es un requisito indispensable para hacer frente a la demanda de productos cada vez más personalizados y con menos margen de tiempo para su fabricación. Los sistemas MES (Manufacturing Execution System) no son unos recién llegados al ámbito industrial, pero sí que están cobrando mucha importancia en los últimos tiempos en la ejecución y monitorización de la producción.
El software MES nació a principios de la década de los noventa a raíz del incremento de la competencia en el sector de la producción y del recorte de los beneficios, que limitaba la generación de grandes (y caros) inventarios. Pero… ¿En qué se diferencian con los ERP? Lo analizamos a continuación.
¿Cuál es la diferencia entre una ERP y un sistema MES?
Mientras que ERP sabe el ‘por qué’ de las cosas, MES sabe el ‘cómo’. Mientras que el primero respalda principalmente las decisiones estratégicas, el segundo respalda las operativas. ERP permite una integración de todas las áreas del negocio: ventas, finanzas, produccion, etc. proporcionando una visión global del negocio, mientras el MES lo complementa entregando información fiable y en tiempo real.
Un sistema MES es capaz de mostrar en tiempo real información para mejorar los procesos: OEE, calidad, mermas, productividad, energía…Una buena integración entre ERP-MES es clave para avanzar hacia una SMART Factory, una fábrica fácil de gestionar, conectando la fábrica con el resto de la organización.
Mientras que ERP está en el nivel 4, MES está en el nivel 3 de la pirámide de automatización industrial.
Las soluciones ERP y MES tienen muchos cruces entre ellas en la forma en que rastrean el proceso de producción. Sin embargo, las empresas de fabricación que avancen hacia la Industria 4.0 necesitan una combinación de los dos sistemas para que la planta funcione al máximo rendimiento y presente información precisa para los responsables de la toma de decisiones.